Gracias por venir!!

viernes, 2 de noviembre de 2012

NO ME CUENTES TU VIDA Benjamín Prado


No me cuentes tu vida.
No me des la mitad de lo que ya no quieres.
No olvides que el dolor es lo que un golpe
recuerda de nosotros
y si lo tocas,
puede despertarse,
pensar de nuevo en ti.


No me hables del pasado
-si quieres encontrar respuestas, corre
en dirección contraria a las preguntas-
ni me arrastres a un tiempo
en el que aún no sepa
quién eres, pero ya no seas mía.


¿De qué sirve arrojar peces muertos al río?
¿Por qué volver atrás
a pintar la diana encima de la herida?
¿Para qué conocerte, si te puedo aprender?


Acuérdate, mi amor, de estas tres cosas:
-No existe mayor preso
que el que duda entre dos puertas abiertas.
-Quienes lo saben todo de aquellos a los que aman,
sólo los aman… a pesar de todo.
-Lo que no busca nadie, deja de estar perdido.


No me cuentes tu vida,
y entonces
será sólo
para ti
y para mí

20 milagros

1º Veinte preciosas sonrisas

2º Veinte besos inesperados

3º Veinte cabezas vivas y despiertas

4ª Veinte alegrías sin causa

5º Veinte sorpresas un día de lluvia

6º Veinte por dos manitas  huecas, ávidas de ser llenadas

7º Veinte gracias por mostrarles el camino, o al menos, intentarlo

8º Veinte canciones

9ª Veinte maneras de vivir y ser, tan diferentes

10ª Veinte mochilas de sueños

11ª Veinte gritos de alegría (aunque te dejen sorda)

12ª Veinte ilusiones por cada cosa tan pequeña…

13ª Veinte esperanzas

14ª Veinte por mil y un sueños

15ª Veinte por dos miradas

16ª Veinte curiosidades

17ª Veinte lápices dibujando un arcoíris mágico

18ª Veinte folios en blanco en los que soñar despierta

19ª Veinte razones para dar gracias cada día

20ª El milagro: ellos

martes, 7 de agosto de 2012

¡¡ Hasta Pronto, Chavela!! Allá donde estés , sigue dando guerra

 

"Yo no me voy a morir porque soy una chamana y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos"

CHAVELA VARGAS

 

Tómate esta botella conmigo
en el último trago nos vamos
quiero ver a qué sabe tu olvido
sin poner en mis ojos tus manos


Esta noche no voy a rogarte
esta noche te vas que de veras
que difícil trata de olvidarte
y que sienta que ya no me quieras


Nada me han enseñado los años
siempre caigo en los mismos errores
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores


Tómate esta botella conmigo
en el último trago me dejas
esperamos que no haya testigos
por si acaso te diera vergüenza


Si algún día sin querer tropezamos
no te agaches ni me hables de frente
simplemente la mano nos damos
y después que murmure la gente

Nada me han enseñado...

domingo, 29 de julio de 2012

Si te vas

Puede que lo hagas

Y no se me ocurre nada que decirte ni cantarte ahora mismo. Pero lo haré. Si te vas, si por fin lo decides, si tienes que hacerlo… te cantaré.

Si te vas… quizás sea algo como esto:

TANTAS COSAS – ISMAEL SERRANO

Si te vas, los árboles del parque
seguirán creciendo, pasará este otoño.
Se unirán dos nuevas soledades,
se dirán mentiras, seguiremos locos.
En el Metro sonreirás dormida camino de clase
y yo como siempre quizás llegué tarde.
Seguiré cerrando bares y recuerdos.
No aprenderé nunca a retirarme a tiempo.
Dormiré en la calle, besaré otros fuegos.

La ciudad en tu ausencia seguirá creciendo,
devorando vidas, haciéndolas humo.
Otros cumplirán los planes que trazamos,
que no terminamos, haciéndolos suyos.
Seguirás llorando en algunos cines,
olvidando todo aquello que aprendiste.
Nacerán mil niños y nuevas canciones,
y quizás alguno, quizás, lleve tu nombre.
Nuevos simulacros, nuevas confesiones.

Si te vas, los árboles del parque
seguirán muriendo y también mi fe.
Seguiré olvidándome las llaves
al salir de casa, y quizá en tu piel
haya quien esconda allí su cansancio,
todos sus temores, o quizás sus labios.
Tantas, tantas cosas seguirán pasando,
que quizás las cosas no nos cambien tanto.

Tantas, tantas cosas.

Pero si te vas, estos días serán
esa sucia y vacía franja de playa
que queda cuando tú te has ido,
cuando el mar se aleja y la marea baja.
Yo estaré cansado y quizá más viejo,
maldiciendo estos días muertos.
Tantas, tantas cosas seguirán pasando,
que quizás las cosas no nos cambien tanto.

Tantas, tantas cosas.

viernes, 20 de julio de 2012

El lavavajillas

(Aviso: es un post laaaaaargo, laaargo)

Últimamente no hago más  que liarla como Jaimito.

La última: con el lavavajillas de mi cuñado.

Estoy en el chalé de mi cuñado (por unas historias que no vienen al caso aquí ni ahora) toda reinona. Me levanto tarde, aseo un poco la habitación, me tumbo en la tumbona, me doy un rico baño en la piscina, hago cositas de casa, preparo la comida para el currante que llega hambriento y hoy, que volvemos a nuestra casa, me dice este (el que digo que es el que curra), me dice: “podías poner el lavavajillas”, “tiene toda la razón – pienso- qué menos que colaborar y dejarle todo limpito”. Y  el currante, se va a darle a la paleta otro rato.

Y me quedo a solas con él.

- Lo primero que pienso es: “¿y cómo demonios se pone?” No tendría que ser muy difícil , todos más o menos son iguales. Pues no, este es raro. Tampoco es que yo sea una experta en esto de los lavavajillas; en casa, mi madre sigue fregando los platos y el de mi chico me tiene dicho que lo ponga al 3, y punto pelota. Pero este es diferente. No tiene indicaciones de ningún tipo por ninguna parte, excepto una ruedecita que pone “1,2,3 y 4”… y unos dibujitos al lado con lo que parece ser muchos platos, un plato, una olla… “¡ay dios! – pienso- en qué numerito será?” y decido que el 2 tiene buena pinta, ni mucho ni poco porque el 4 aparece con una especie de ducha que digo yo, sería el aclarado final. Así que, con el impulso que me caracteriza, lo giro al 2. “Bien, – me digo- primera decisión tomada”.

- Segundo momento: “¿dónde estará el jabón de esto?” y me pongo a buscar por toda la cocina. Nada, no encuentro ni pastillitas, ni polvitos de esos que vienen en paquetes grandes “pero yo he dicho que le dejaba todo limpio”, así que sigo en mi búsqueda del limpiaplatos específico. Nada, no lo veo por ninguna parte. Tampoco es mi casa, oiga, como para estar investigando demasiado, así que…”da igual, lo voy sacando poco a poco y lo friego y luego… - me detengo un segundo ante la botella del Fairy ultra- ¿y si?… no, no, que seguro no vale… y por qué no va a valer? si es un friegaplatos igual” Así que, con el siguiente impulso que me invade en el día de hoy ,decido echar Fairy Ultra al friegaplatos.

- Tercer momento: busco el cajoncito del jabón. Leo en la etiqueta del Fairy “una gotita = 20 lavados” ya, y yo que me lo creo. Así que lleno el cajoncito ese donde se echan los polvitos o la pastillita, hasta arriba. Que yo no sé cómo irá el Fairy, pero las marcas blancas (o sea las que yo uso) te engañan y bien. Pues eso, bien de Fairy. Y lo cierro y le doy al botón. Me relajo en un sofá que hay en la cocina viendo la tele y trasteando con el ordenador. Hace mucho calor para salir a la piscina, así que me quedo aquí, que se está fresquito y de paso le echo un ojo a eso, no vaya a ser que…

- Cuarto momento: el horror. Me estaba quedando medio dormida pero algo no me dejaba parar. Oigo un ruido que viene del lavaplatos, una especie de quiero y o puedo, arranco pero no, hago pero no hago, parece que funciono, parece que estoy quieto… bueno, pues vaya tontuna. Pero no miro. Sigo entre el ¿me duermo o no me duermo?. Y suena el teléfono. Ye me incorporo par cogerlo, que lo he dejado encima de la mesa y al girarme… ¡¡aaaaaaghhhhhh!!, una montaña de espuma preciosa y blanca llega hasta la mitad de la cocina, ¿qué demonios es eso? Me levanto espantada  y veo que sale de las juntas del lavavajillas, por todas partes!! por arriba, por abajo, por los lados y sale, y sale y sale… coño, el Fairy!!! pues va a ser verdad que funciona!!! Me da por reír, pero ¿cómo leches recojo la espuma , y cómo lo paro y,y, y…me doy cuenta que me llega la espuma a la espinilla y os juro que no exagero, pero lo peor no es eso, lo peor es que sale a una velocidad de vértigo. Ay madre!!! La cantidad de pensamientos que me han cruzado la cabeza en pocos minutos. Y el teléfono sigue sonando. Uf, me relajo. Lo primero: lo paro. ¿Yyyyyy? lo abro o no lo abro? y si sale agua? encima agua!! no lo abro, me voy a por la fregona, echo todas las bayetas que encuentro  e intento recoger como puedo todo lo que hay por el suelo. Pero la espuma sigue saliendo. Así, que, después de más o menos tener limpio el espacio, lo que ha venido durando unos 10 eternos minutos, me decido abrirlo. Con mucho cuidadito abro un poquito, compruebo que no sale agua… pero tampoco hay platos!! ni vasos!! ni cubiertos!! Sólo veo una montaña espesa de más espuma blanca y bonita que de pronto empieza a esparcirse de nuevo por todas partes…ay, jodida, como ahora tienes espacio… allá que va… y cierro corriendo de nuevo. ¿Qué hago? Vuelvo a limpiar y de repente veo el número 4 con la especie de ducha dibujada… y si? pues eso, ya de perdidos al río. Y le pongo al 4. Cruzo los dedos y la espuma sigue saliendo, pero esta vez en menor medida. Lo paro, miro, parece que funciona. Así que le dejo todo el 4 de nuevo mientras sigue saliendo espuma por todas partes y voy recogiéndola. “Estos dos me van a matar” decido no decirles nada, ¿para qué el disgusto? eso si, siempre y cuando sea capaz de acabar con la dichosa espuma y seguro que acabo con ella, menuda soy yo!!!. Acaba el 4 y abro. Los platos de abajo ya se ven pero siguen teniendo espuma y agua en el fondo. Ya empiezo a estar nerviosa así que, lo saco todo y decido aclararlo y secarlo a mano. Y por si acaso funciona, le voy a poner otra vez el 4.

- Quinto momento: tenía que haber seguido a mi instinto y fregar los platos a mano, que es lo que he terminado haciendo.

- Sexto momento: a ver qué pasa… abro el friegaplatos, ya no hay espuma, pero está ardiendo. Ya está, Rut, para quieta. Se acabó.

- Sétimo momento: lo seco todo, lo guardo (eso sí, ahora estoy muerta de la risa) y decido que tengo que escribirlo. Ya está bien de cosas tristes, vamos a echarle cachondeo al Blog. Y me siento a escribir. Menos mal que me voy para casa esta tarde y no vuelvo hasta no sé cuándo. Calladita estoy mejor. Y total, nadie de la familia me lee… (eso espero, jajajajaja).

- Octavo momento: decido que a partir de ahora voy a comprar Fairy Ultra  y se lo voy a recomendar a todos mis amigos y conocidos. Si, si.

PD: acaba de entrar mi cuñado por la puerta y me ha pillado escribiendo en el ordenador; me pregunta “¿qué haces?” respuesta: “nada, tonterías”.

Pues eso.

jueves, 19 de julio de 2012

Esas cosas que pasan

Me dice un buen amigo…

A veces pasa.

Pasa que el corazón se te parte en dos y las mitades luchan entre sí para ver cuál es más fuerte. Y mientras la pelea surge en tu interior, quisieras tener la posibilidad de vivir dos vidas, de poder amar al  mismo tiempo. Porque puedes, porque es posible, porque aunque parezca una falacia, esas cosas te pasan aunque te suene increíble. Pero no está bonito. Porque nadie lo entiende, (bueno, ni siquiera lo cuentas). Una mitad aflora y la otra aguarda callada en silencio esperando que le des alas para volar… Y quieres hacerlo, pero no te atreves. Demasiados prejuicios, demasiados miedos, demasiadas ataduras y complejos que no nos dejan ser quienes somos. Demasiada austeridad con uno mismo. Ni siquiera el otro ser amado es consciente de ello, no dejas que suceda, no hay roce, y te mueres por ella, por darle si quiera un tierno beso. Pero paras, puedes con ello, no dejas que una mirada te confunda, o un simple abrazo ni siquiera una sonrisa. Aunque te ríes con ella, juegas con ella, inventas con ella… pero no dices lo que sientes, tienes miedo y es  entonces cuando decides acallar tu corazón:  buscas lo cómodo, lo que aparentemente es más fácil, lo que no te inquieta ni te perjudica demasiado, ni hace daño a los otros, porque claro, hay otros. Y piensas que lo mejor es guardar lo que siente esa parte de ti, meterlo en una cajita preciosa adornada con un lazo de color rojo, con una etiqueta pequeñita que diga “imposible” y buscas en tu interior donde tienes guardado aquello que dicen que se llama “platónico” y ahí lo almacenas. Y lo dejas dormir, e inventas una palabra nueva para llamarlo, que normalmente suele ser esa tan especial… amistad.

Pero aunque pasen los días y la distancia se haga grande y parece que todo se relaja, esas cosas que pasan, siguen ahí, y cuando tu mitad se inquieta, se revuelve cuando la oyes, cuando la ves, cuando la piensas… no sé si pueda callarse lo que uno tiene ganas de gritar a los cuatro vientos, de hacer con la intensidad del fuego, de cantar con el volumen de un trueno… no lo sé.

Pero créeme si te digo, que esas cosas pasan.

A ti, ¿no te ha pasado nunca?

Le digo que yo he sido más lista que él. Antes de dejar que el corazón se dividiera,  ya tenía preparada la cajita.

Lo que no sé es si podré  tenerla cerrada mucho tiempo…

Porque esas cosas , pasan.

lunes, 16 de julio de 2012

Teresa

Llevo varias noches soñando contigo. Siempre te tengo presente, qué quieres, te sigo echando de menos. Y no sé por qué, cuando llega el verano, estás más aún.

Te escribí esta canción hace años, en un momento en que había que dejarte ir. Ando pensando en la música desde entonces, pero no brota.

Quizá la sueñe esta noche, mientras te ríes y te siento tan feliz…

TERESA

¡Cómo quisiera darte  un par de alas para volar!

y, como dice el poeta:

un castillo de diamantes,

una jaula hecha de oro, zapatitos de cristal.

¡Cómo quisiera alfombrarte de claveles el camino!

que cuando pises de frente,

el olor de la mañana,

me diga que ya te has ido.

Teresa, me queda el consuelo de haberte querido

la ternura de los días, donde así te he conocido

Teresa, que la vida tiene estos toques de amargura

que te vuelven de repente y cantan las penas mudas

 

Y una guitarra que toque, tu nombre en la madrugada

que suenen viejos romances

y la luz de las morgas, iluminen tu viaje

y una luna brille al fondo

y sean tu pasaporte

y mariposas a coro cantarán qué fue tu vida,

¡cuántas cosas nos dejaste,

mira que te llevas vida!

 

Me quedaré con tu risa

con tus juegos en mi espalda

con los cuentos que me diste

sin pedirme nada, nada,

me quedan tantos momentos

tantos años que vivimos

que llevaré tu recuerdo

hasta el día de mi olvido

 

Y en tus ojos se dibuja, la esperanza de repente

de viajar sin equipaje, sin ropajes que te pesen

de acordarte de los sueños, de unas nuevas ilusiones

de todos los ratos buenos, de nuevas y viejas canciones

Teresa…

jueves, 5 de julio de 2012

Para quien me lo dio todo

Hoy he estado contigo. Tenía ganas de verte, muchas, pero me pasa como siempre. Cuando no sé qué hacer o qué decir, prefiero esconder la cabeza debajo del ala como el avestruz.

No sé si estoy asustada o soy una cobarde o la más egoísta de todas las mujeres, pero cuando veo esa tristeza en tus ojos… no la soporto. Y lejos de intentar estar contigo y hacerte feliz, huyo como las balas de tu lado. Justo, seguramente, cuando más me necesitas.

Lo siento, te pido mil perdones por no estar a tu altura, por no ser siquiera un pequeño reflejo de quien tú eres, por no darte ni la décima parte de lo que mereces, por no corresponderte con el amor que me has tenido desde que me supiste y más aún desde que tu soledad inundó nuestra vida.

Te quiero. Te quiero como no te imaginas, pero estoy asustada. Estoy cansada de que tu vida no sea serena y calma. Estoy cansada de no poder hacer nada y de salir corriendo de tu lado por no saber cómo hacer. Yo también tengo miedo por él. De alguna forma vino a nuestras vidas y se instaló y forma parte de ella. Y tampoco quiero que le suceda nada, no deseo que sufra, ni que tú lo hagas tampoco.

Tu vida no ha sido fácil , pero nunca te has quejado. Siempre he visto una sonrisa en tu rostro, pudiendo con todo, valiente, serena, decidida, la más enérgica de todas las mujeres, pero hoy… He visto a una mujer derrotada, herida, incómoda, asustada… y esa no eres tú. No eres quien yo conozco y a quien admiro. Tienes razón, hasta los más fuertes tienen derecho a llorar de vez en cuando, pero algo te inquieta, algo te pasa y no lo dices…no puedes y no quieres. Y no sé si me asusta más por ti o por mi. Porque si te hundes… me hundo contigo, porque si te asustas, no sé si tenga fuerzas para reconfortarte, porque si te entristeces… no sé si pueda devolverte la risa. Hoy no he podido. Y he salido huyendo. Perdóname si no sé cómo hacer las cosas, pero soy frágil, ojalá tuviese la enésima parte de fuerza que tú, pero hoy he sido consciente de que si tú flaqueas, mi fuerza se esfuma.

Y eso también me da miedo: saber que te necesito tanto que me duele.

Y es que eres quien me dio la vida, quien me la cuidó, quien tuvo paciencia en mis malos momentos, quien soportó mi rebeldía, quien creyó en mi, quien peleó por lo justo, quien supo levantarme en mis momentos bajos, quien lo dio todo por casi nada, quien luchó sola contra el mundo y conmigo, quien hizo de payaso, de showman, de anfitriona, de todo… por ver una sonrisa de esta pequeña idiota que se equivoca tanto, que ya no sabe cómo compensarte.

Si pudiese ahora, si tuviese valor para ir a tu encuentro, te pediría que me arrullases y me cantases como entonces, te acuerdas? Necesito en este momento el calor de tu regazo, el sitio más increíble jamás inventado, el lugar donde todo se olvida y uno encuentra un refugio, el mejor sitio para soñar, para reír y también para llorar. Porque a mi también me pasan cosas, pero hago como si nada, aunque me lo has visto en los ojos… y eso también me ha puesto en guardia. No es el momento de decir… sino de sentir.

Ahora es tarde. Mañana iré a tu encuentro y te diré que te quiero. Te diré bajito también que aún con mi torpeza, me tienes. Y voy a estar ahí para cuidarte. Siempre. Porque me lo diste todo a cambio tan solo de verme feliz. Y lo fui. Y lo he sido después siempre gracias a tus cuidados, consejos, caricias, alegrías…Y aunque ahora una parte de mi vuelva a estar perdida, sé que encontrarás la forma de guiarme por un sendero de estrellas. Porque eres así, luminosa, increíble, preciosa….Intentaré hacer algo parecido, aunque no sé si pueda.

Al fin y al cabo, eres tú la que tiene el nombre más bello del mundo: mamá

miércoles, 27 de junio de 2012

Despedida

oceano

 

Se me había olvidado lo que se sentía al decir adiós.

Hacía mucho tiempo que el pañuelo de Penélope en la estación no se agitaba con tanta fuerza y no sé si con la risa nerviosa que me sobrecoge cuando no soy capaz de contener mis emociones, pueda  superar la tristeza que me embarga. Lo que me consuela es que, al contrario de Penélope, no me voy a quedar tejiendo un manto esperando a Ulises para deshacerlo después, sino que cogeré el tren. Un tren  desconocido, un tren con diferentes pasajeros, un tren con destino a otro lugar imaginado, con mi maleta repleta de nuevas ilusiones e incertidumbres. Un tren donde la nueva gente querida sólo ha entrado de puntillas, de paso, y quedarán en el andén despidiéndose de mí , pero tan dentro que nunca podré separarme de ellos.

Ulises no tiene que volver de ninguna parte, afortunadamente me espera impaciente. Pero esa inquietud de separarme de todo lo soñado, convierte mi corazón en una máquina acelerada donde cada impulso es más fuerte que el anterior, donde las lágrimas pelean por salir de mis ojos disimulados , donde el dolor de saber un adiós , por momentos se hace insoportable.

Un año mágico que no volverá a repetirse. Quizás en otro momento, en otro espacio, en otro lugar… pero este año ha sido único y no quiero  de ninguna manera dejarlo atrás.

La vida es como una montaña rusa, tiene sus altibajos, vas vienes, entras sales… y al igual que en Parque de Atracciones eliges donde subirte, también elijes con quién quedarte. Lo malo es que , como cenicienta, a las 24:00h se rompe el hechizo y todos lo que te acompañaron en el carrusel, se esfuman, no están, parece que marchan pero eres tú la que tienes que recoger bártulos, maletas, sentimientos… y volver a tu lugar. Un lugar en el que te aman, te esperan, pero aquellos que un día montaron en las atracciones contigo, aquellos que rieron en  la casa de los espejos, los que creyeron en ti y te animaron, a los que amaste de alguna manera (sí, porque el AMOR tiene tantas formas…) todos aquellos ya no te acompañarán. O quizás sí lo hagan:  si somos tan generosos de dejarles un espacio en el alma, un espacio donde nunca se nos olviden, un espacio donde se queden a vivir con nosotros para siempre, entonces nunca se apartarán de tu lado, al fin y al cabo, la gente a la que quieres forma parte indispensable de ti.

No quiero irme de lo que siento. No quiero marchar ni decir adiós a estos montes, a estas paredes, a estas habitaciones de cuento llenas de pequeños duendes que me han hecho crecer en tantos aspectos… pero me tengo que ir. Y debo decir adiós, o mejor aún un hasta luego que no sea el final de nada sino el principio de una amistad profunda, hermosa y duradera, de un encuentro increíblemente fortuito que ha llenado mis días y mis noches de miles de alegrías e ilusiones, que me ha ayudado a confeccionar uno de los capítulos más intensos de mis 38 años de vida.

Porque les quiero. Porque os quiero. Porque os necesito conmigo aún en la distancia. Porque os habéis convertido en mis imprescindibles, en mis imperdibles y mis invencibles, porque somos así con todo, con lo bueno, lo menos bueno y lo mejor.

No quiero irme, pero me despido. Con un fuerte abrazo , una sonrisa ,un puñito en el corazón y un ¡hasta luego!

Porque en el andén del AMOR con mayúsculas os espero. Y seguro que nos tomamos un café y unos churros y volvemos a cantar hasta dejarnos la voz por el camino.

Yo, no pienso irme de vosotros; espero que hagáis lo mismo conmigo o, si acaso…. parecido.

lunes, 25 de junio de 2012

Los pasos

Entonces… llegó un Ángel

Y le pedí que me abrazase… y lo hizo

y le ´pedí que me besara… y me besó

y le quise en mis noches y mis días… y se quedó a mi lado

y le necesité de báculo… y ahí estuvo

y le amé intensamente… y me correspondió

y la distancia nos distrajo… pero él fue más fuerte

Pero ahora no sonríe, ya no ama, no besa, no canta, no pinta, no compone, no juega, no corre, no inventa, no baila…

¿Qué le pasa a mi Ángel, qué teme, qué le ahoga y le aprieta, qué sueña, qué imagina, qué vive?

Retrocederé sobre mis pasos,

al momento en que le pedí ser báculo y ahora,

lo seré yo

sábado, 16 de junio de 2012

Es por ti- Luz Casal

Hoy tengo ganas de cantarle a la luna. Y qué mejor manera de hacerlo que con Luz Casal.

Pocos lo saben, pero esta canción está traducida de la canción catalana “Boig per tu", compuesta por el catalán Pep Sala.

Amo a Luz Casal y todo lo que canta.

Pero hoy , que quiero cantarle a la luna, o a quien está lejos y aun pareciendo cerca no puedo alcanzar, me ha venido a la boca, a la garganta. Aquí os la dejo

 

 

Escribo una y otra vez
"No puedo vivir sin tí".
Me paso los días esperándote,
cómo te puedo amar si
lejos de mí estas,
si yo estoy loca es por ti.
Sé muy bien que desde donde estoy
yo no llego a donde estás tú
y aunque dentro de mi copa está
reflejada tu fría luz
la beberé servil y acabada...
Es por tí,
Sin tí el amanecer
en lágrimas nacerá
mojando la lluvia que caerá sin fin
y tú me atraparás
con esa blanca luz.
Si yo estoy loca, es por ti.
Sé muy bien que desde este lugar
yo no llego a donde estás tú
y aunque dentro de mi copa está
reflejada tu fría luz
la beberé servil y acabada...
Es por tí.

domingo, 10 de junio de 2012

Huida

 

huir 

Le escuchaba hablar y el dolor de cabeza se iba haciendo cada vez más insoportable ¿Por qué seguía allí? ¿por qué seguía escuchando palabras sin sentido que le sonaban huecas, vacías, a nada, y encima hasta su tono de voz le molestaba?

Aquello no tenía ningún sentido, pero no tenía fuerzas para mandarle callar, o simplemente darse media vuelta y emprender un nuevo camino. Y por alguna inercia extraña, seguía escuchando.

Sus sentimientos habían cambiado. Todo en ellos había cambiado. En su interior, un revoltijo de emociones intentaban salir a flote, pero se ahogaba. No había nada que se pareciese a lo de entonces, si acaso un leve rumor de lo que fueron. Pero allí seguía sin atreverse a hacer nada, ahora ya no escuchaba, sólo oía.

Imaginaba cómo sería una nueva huida. Le aterrorizaba empezar de nuevo, pero no la aguantaba más. Ya no se reían. En sus labios apenas, a veces, sólo a veces, aparecía una tímida sonrisa. Cuando llegaba por las tardes, muerto de cansancio, veía su gesto amargo y desconsiderado y más reproches, más ruinas, más desprecios y luego la estúpida pregunta “¿es que ya no me quieres?”

Demasiado tiempo con lo mismo. Ya no sabía si su voz estaba tan grabada en su interior que la escuchaba sin que ella abriese la boca, ya no sabía que si estaba rozando el pequeño límite que separa la cordura de la locura. Se veía incapaz de  contestarle, no sólo por el cansancio físico que traía derrotado de su trabajo, sino porque le parecía inútil realizar un esfuerzo mental desproporcionado ante aquella sinrazón oscura. Nada de lo que dijese, hiciese o no hiciese, estaba a su gusto. No hay nada peor que cargar tus frustraciones contra otro, pero ella no lo entendía.

“¿Qué hago aquí?” quizá le ataba el recuerdo o la posibilidad de ser lo que desearon ser en un momento de sus vidas pero nunca lograron. Quizá la desconfianza que supone volver a ser uno solo; quizá la comodidad de haberse acostumbrado a ser machacado literalmente por ella, y ,aunque hundido y humillado, ahí seguía, impasible, sin atreverse a dar un paso. Quizá todo volviese a ser como antes, si es que antes lo que hubo fuese bueno.

Ella por fin calló.

Abatido, cansado y casi en un momento de desquicie, abrió el cajón donde cada noche se refugiaba. Esperaba encontrarla allí, donde siempre aguardaba: un refugio para sus noches amargas, una liberación de su vida triste y vacía, una caricia en medio de la amargura y un beso a tiempo cuando menos lo esperaba. Pero no estaba. En  su lugar,  una despedida y una razón más que suficiente.

Entonces lo decidió.

viernes, 8 de junio de 2012

Quién fuera él…

Estoy buscando una palabra
En el umbral de tu misterio
Quien fuera ali baba
Quien fuera el mitico simbad
Quien fuera un poderoso sortilegio
Quien fuera encantador.

Estoy buscando una escafandra
Al pie del mar de los delirios
Quien fuera jackes coustou
Quien fuera nemo el capitan
Quien fuera el batiscafo de tu abismo
Quien fuera explorador.

Corazon, corazon obscuro
Corazon, corazon con muros
Corazon que se esconde
Corazon que esta donde corazon
Corazon en fuga, herido de dudas de amor

Estoy buscando melodias
Para tener como llamarte
Quien fuera ruiseñor
Quien fuera lennon y mcartney,
Sindo garay, violeta, chico buarque,
Quien fuera tu trovador.

Corazon, corazon obscuro
Corazon,corazon con muros
Corazon que esconde
Corazon que esta donde el corazon
Corazon en fuga, herido de dudas de amor (corazon)

Silvio Rodríguez

Nada más que añadir

Te amaré, te amaré como al mundo
Te amaré aunque tenga final

Te amaré, te amaré en lo profundo
Te amaré como tengo que amar

Te amaré, te amaré como pueda
Te amaré aunque no sea la paz

Te amaré, te amaré lo que queda
Te amaré cuando acabe de amar

Te amaré, te amaré si estoy muerto
Te amaré el día siguiente además

Te amaré, te amaré como siento
Te amaré con adiós, con jamás

Te amaré, te amaré junto al viento
Te amaré como único ser

Te amaré hasta el fin de los tiempos
Te amaré y después, te amaré


Silvio Rodríguez



martes, 5 de junio de 2012

Eso

Me he sorprendido esta mañana cantándome esta canción.

No es un artista al que haya seguido con demasiado interés, pero este disco en particular me parece muy bueno. Dejo la letra para que la penséis, la disfrutéis, la cantéis, la durmáis… haced con ella lo que os plazca

Primero, que tú has sido para mí
lo más grande de este mundo
yo que fui lo que tú digas
pero que… hasta te regalo aquellas risas


Dos, que alguna vez quisimos compartir
el breve instante que es la vida
y tres, que hoy yo vivo en las ruinas de un silencio
que va dejándome sin voz
lo que no entiendo:


Es que ahora vengas otra vez a prometerme
una vida entera, pero a tu manera
¿en qué momento de mi largo caminar
perdimos eso?


Verdad que soy difícil, pero he sido para ti
lo único profundo
también verdad que procuraba estar conmigo
cuando estaba más confuso


Tú tratando de existir
que me perdone el universo
y yo guardándome el secreto
que ya no quiero escuchar otro bolero más
tú empeñada en que querías ser feliz
y yo sentir,
lo que no entiendo:


Es que ahora vengas otra vez a prometerme
una vida entera, pero a tu manera
dime amor, ¿en qué momento de mi largo caminar
perdimos eso?
Yo te buscaba en los azules
y me enfrentaba a tempestades
y ahora no sé si tú exististe
o eres sólo un sueño que yo tuve
pero es que hay gente
que no consigues olvidar jamás…
no importa el tiempo que eso dure
Una frase resumió


lo diferente de los dos:
hoy seguro ya no hay na’…
y lo que dure amor duró
No se puede ser verdad si yo…


Yo te buscaba entre las nubes
y me enfrentaba a tempestades
y ahora no sé si tú exististe
o eres sólo un sueño que yo tuve
pero es que hay gente
que no consigues olvidar jamás…
no importa el tiempo que eso dure
No puede ser verdad si yo…
Ya no te busco en los azules
ni me enfrento a tempestades
ya no me importa si me quisiste
porque en mi sueño yo te tuve
además hay gente que no consigues olvidar jamás…
no importa el tiempo que eso dure

domingo, 3 de junio de 2012

Regreso

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Había dejado el Blog el año pasado por el mes de Mayo y un año y un mes después, parece que tenga ganas de resucitarlo.
Han pasado muchas cosas en este tiempo. Cosas importantes, que harán que mi vida vuelva a girar otra vez 180º; la eterna ruleta o el eterno tiovivo, pero así soy yo : inconstante, indecisa, inquieta, buscadora… y creo que hasta novelista de mi propia historia y demasiado dramática para expresarlo todo, eso también. Así que con una necesidad inmensa de imprimir todo aquello que me sucede, vuelvo a la carga.
Es curioso cómo la gente como yo, que escribimos cuando el cuerpo nos lo dicta o cuando no podemos decir las verdades a los cuatro vientos por ser demasiado complejas para entenderlas o porque ni siquiera pueden salir reales y claras, sólo encontramos la inspiración cuando los sentimientos andan desbordados. Y no digo para bien o para mal, sino simplemente , desbordados. Mi idea de este blog no nació para hablar de mí misma, sino para desahogar emociones por boca de otros. Otros inventados por mí o conocidos al paso, pero en cada uno de ellos , algo de mí se esconde,  por una necesidad imperiosa de saber quién soy y lo que quiero, que aún ando buscándome y no me encuentro. Como dice el título de este blog: “lo que quiero ser de mayor”.
Mi forma de ser y mi vida en general, pasan por unas pequeñas crisis en las que tengo un deseo inmenso de ser otra cosa. De seguir siendo yo , pero con otros mundos. Cuando algo no marcha, me refugio en la escritura. Como un consuelo, como una balsa en la que tumbarse y simplemente dejarte llevar por la corriente de agua; como un momento íntimo, una pequeña confesión a uno mismo, que deja de serlo en el momento en que esto sale afuera, otro lo lee y explora tu pequeño pensamiento. Pero no importa, porque cuando se expresa, se libera parte de la carga que te aprieta y ahoga y el cinto de repente parezca que tenga otro agujero más y ande más suelto.
Estoy feliz.
He conseguido lo que venía buscando hace tiempo. Pero algo no marcha y miedo me da ponerle nombre. No sé si dejarlo pasar o rebuscar en mis adentros a ver qué encuentro. Si es que la mochila pesa demasiado o es que hay que deshacerla, volverla a hacer  y construir de nuevo. Lo primero es fácil: sacamos lastre… y arreglado; lo segundo da más vértigo. No soy de dejarme llevar por la vida, de esperar que algo ocurra, un milagro? Soy de hacer, de ir proponiendo a mi camino senderos que me lleven no sé a dónde pero que me lleven. Que no me dejen anclada en tierra, ni echar raíces demasiado profundas en tierras sin abono, sin sol , sin alegría.
He vuelto.
Veremos a ver qué ocurre.

viernes, 1 de junio de 2012

Infidelidad

 

Había algo en aquél adiós que le inquietaba. Tenía la sensación de que no iba a ser para siempre y que el sentimiento de que así fuese realmente, le iba a traer complicaciones.

Se había topado con situaciones semejantes a lo largo de su vida pero el abrazo en que se sumió con tanta avidez como desgarro, le confirmó que algo no era como otras veces.

Se marchó calle abajo con un ahogo en la garganta, con ese nudo que aprieta y vence cuando las emociones no pueden ni deben salir porque tu vida es poliédrica y anclada. Nada debía moverse ni una sola coma. En la historia de su vida todo estaba perfectamente hilado y así debía seguir siendo. El vértice de la pirámide que adornaba sus sentimientos estaba ocupado por una moral arcaica y absurda en la que ya ni siquiera era capaz de creer, pues él le había roto todos los esquemas, ella misma se había roto en mil pedazos.

Aquél espíritu libre con el que ella no contaba, le había abierto un universo de sueños y maneras que desconocía. Sin ni siquiera rozar el más mínimo pedazo de su piel, sin atreverse a mostrarse tal cual era, sin ni siquiera decir “estoy aquí” le deseaba en silencio y lo disfrazaba de juego inocente con el que cada noche, después de acostar a sus pequeños, procuraba vencerle escondida en la maraña de sus negaciones: “no puedo, no debo, no es posible, es mentira, no siento…”

Al amanecer, aún no había cerrado los ojos por miedo a soñarle y su marido, en un rutinario acto reflejo, la abrazaba dándole los buenos días y entonces, deseaba con todas  sus fuerzas desaparecer bajo las sábanas, que le tragase el mundo con toda su rabia y no contradecir más su maltrecha vida. Sus niños le sacaban del momento aciago y entonces se sentía liberada.

Llevaba meses entre la vigilia y el sueño, en ese letargo de donde no salen los sonámbulos y quien los ve piensan que están despiertos. En un mundo donde cada mirada cruzada, cada roce al paso, cada momento de encuentro… era vivido con una intensidad heredada de un folletín barato.

Pero el abrazo de aquella despedida…

Se armó de valor, descolgó el teléfono y con el ansia propia de una adolescente cuando por vez primera llama a su futuro amante marcó su número y escuchó su profunda voz ronca y dormida

-Hola

- ¿Eres tú?

- Si

- Creí que nunca llamarías

- Ya ves

- ¿y?

- ¿y tú?

- de sobra lo sabes ¿necesitas que te lo diga?

- No, así está bien

- Te estaré esperando, no sabes cuánto te deseo

- (silencio)

- ¿vienes?

- salgo en 1 hora

- Perfecto, aún siento el calor de tu abrazo,el último día, recuerdas?

- no digas nada, por favor…

- Venga, no tardes

- te amo

- ¿qué?

- he dicho que te amo

- oye, oye, espera un momento… ¿qué tiene que ver el amor en todo esto? ¡ yo hablaba de echar un polvo! y tú también , no? (al otro lado del teléfono, se escuchaba un llanto desconsolado)  me parece que tienes un lío monumental, tía, y yo, en eso, no me meto. Venga, va, hasta la vista!!

Y colgó el teléfono

Deshecha, confusa y rota, de pronto se dio cuenta de que todas sus dudas, habían quedado resueltas.

Volvió a la cama con su marido. Le abrazó.

Y por primera vez en muchos meses, pudo dormir tranquila.

Después de una larga tormenta…

.. siempre llega la calma.

Viene  cargada de sentimientos confusos y enmarañados.

Y después de sobresaltos de truenos y relámpagos

la adrenalina queda,  rebosa aún nerviosismo y desesperanza.

Se acerca el olor a tierra húmeda y tierna,

regada por el agua.

Llegan nuevos horizontes con soles y nubes

que amenazan,

o acogen

o te cantan.

Y una extraña melodía

se empeña en salir de mi garganta.

Porque tengo ganas de gritar

a los cuatro vientos

lo que sale desde el fondo de mi alma.

Y correr desnuda por el valle mojado que empapa,

por el fuego que sale desde el mar de mi espalda.