Había dejado el Blog el año pasado por el mes de Mayo y un año y un mes después, parece que tenga ganas de resucitarlo.
Han pasado muchas cosas en este tiempo. Cosas importantes, que harán que mi vida vuelva a girar otra vez 180º; la eterna ruleta o el eterno tiovivo, pero así soy yo : inconstante, indecisa, inquieta, buscadora… y creo que hasta novelista de mi propia historia y demasiado dramática para expresarlo todo, eso también. Así que con una necesidad inmensa de imprimir todo aquello que me sucede, vuelvo a la carga.
Es curioso cómo la gente como yo, que escribimos cuando el cuerpo nos lo dicta o cuando no podemos decir las verdades a los cuatro vientos por ser demasiado complejas para entenderlas o porque ni siquiera pueden salir reales y claras, sólo encontramos la inspiración cuando los sentimientos andan desbordados. Y no digo para bien o para mal, sino simplemente , desbordados. Mi idea de este blog no nació para hablar de mí misma, sino para desahogar emociones por boca de otros. Otros inventados por mí o conocidos al paso, pero en cada uno de ellos , algo de mí se esconde, por una necesidad imperiosa de saber quién soy y lo que quiero, que aún ando buscándome y no me encuentro. Como dice el título de este blog: “lo que quiero ser de mayor”.
Mi forma de ser y mi vida en general, pasan por unas pequeñas crisis en las que tengo un deseo inmenso de ser otra cosa. De seguir siendo yo , pero con otros mundos. Cuando algo no marcha, me refugio en la escritura. Como un consuelo, como una balsa en la que tumbarse y simplemente dejarte llevar por la corriente de agua; como un momento íntimo, una pequeña confesión a uno mismo, que deja de serlo en el momento en que esto sale afuera, otro lo lee y explora tu pequeño pensamiento. Pero no importa, porque cuando se expresa, se libera parte de la carga que te aprieta y ahoga y el cinto de repente parezca que tenga otro agujero más y ande más suelto.
Estoy feliz.
He conseguido lo que venía buscando hace tiempo. Pero algo no marcha y miedo me da ponerle nombre. No sé si dejarlo pasar o rebuscar en mis adentros a ver qué encuentro. Si es que la mochila pesa demasiado o es que hay que deshacerla, volverla a hacer y construir de nuevo. Lo primero es fácil: sacamos lastre… y arreglado; lo segundo da más vértigo. No soy de dejarme llevar por la vida, de esperar que algo ocurra, un milagro? Soy de hacer, de ir proponiendo a mi camino senderos que me lleven no sé a dónde pero que me lleven. Que no me dejen anclada en tierra, ni echar raíces demasiado profundas en tierras sin abono, sin sol , sin alegría.
He vuelto.
Veremos a ver qué ocurre.
2 comentarios:
Hermanita. Creo que tenemos que quedar para hablar. Supongo que necesitarás una oreja y un hombro y unas risas también. Ánimo. La mochila cuesta vaciarla pero los milagros los hace uno mismo. Te quiero mucho. Marigel.
Hola preciosa!!!
Vuelvo a Madrid para Julio, hazme un hueco, aunque espero para entonces tener claras las cosillas de mi cabezota, jajjajaja, si es que... ¿cuándo estaré yo tranquila?Prefiero pasarme unas risas contigo que embrollarme en mis comeduras de tarro, mola más, verdad?
Yo también te quiero, preciosa!!
muuuuuuááááááák
Rut
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