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domingo, 17 de noviembre de 2013

Como Pandora

Qué cosas aparecen en las mudanzas… creo que tenía 20 años

No es la ciudad, es quien está en ella.

No es el lugar, es quien lo habita.

Allí donde estés quiero estar y seguro sería el mejor lugar del mundo para reconfortarme.

Y hoy quisiera ser como Pandora: abrir las páginas de este cuento, y que la luna te cante en sueños cada uno de los capítulos que se esconden en sus páginas selladas a cal y canto. Que te lleguen en ese momento entre la vigila y el sueño, el alba y el anochecer, entre susurros y nubes de terciopelo y te cante lo que en ellos de verdad se esconde, calla y guarda mi corazón.

Porque no me es dado. Porque amo en un solo sentido sinsentido, en una sola dirección donde no hay retorno ni vuelta ni revuelta ni destino. Porque no llegué a tiempo ni en el momento. No soy yo la que te espera encendida ni te peina en la mañana ni sueña a tu lado. Ni seré, ni me toca. Qué difícil es esto de lo platónico!! Qué difícil se hace callar porque dicen que el silencio es menos dañino!!

Mi deseo sería ser quien te acune y abrace en las noches de frío.     Y escuchar tus iras, aciertos y desaciertos, encuentros y desencuentros. Aquella con la que anheles descansar tu fatiga, acallar tu llanto, y pasar las noches riéndote de cualquier cosa vana. Esa con la que cualquier instante sea eterno y la eternidad parezca efímera,  la noche y el día tan solo un segundo. Pero no me toca. lo sé y no solo lo presiento sino que pese a mi deseo, ya ha venido la realidad a buscarme.

Pero pasa el tiempo y no se pasa… dime ¿qué hago contigo?

Me ha hecho gracia, porque ni siquiera recuerdo a quién se lo escribí. Me parece recordarle vagamente, pero ni pizca del amor ese desgarrador que seguía relatando páginas más abajo. Creo que para estas cosas de los sentimientos igual subo que bajo pero en el fondo , la gente como yo, con tanto drama para lo bueno y lo malo, al final somos una panda de superficiales que dejamos de amar en cuanto nos dan una buena razón para hacerlo, a veces simplemente basta con que no te dejen comprar la cortina del color que te gusta o colocar un simple cuadro… o discutir porque la cena está fría.

Me da a mi que esto de la cosa romántica es mucho más liviano de lo que nos hacen sentir en las películas y que todo se resume en algo mucho más ligero que tanto peso y tanta carga de que me muero por los huesos de nadie, ya ves, no me he muerto, ni por aquel de los 20 años, ni creo que a estas alturas, me de por llorar por los rincones.

Es que hoy estoy desenamorada, qué se le va a hacer. A ver mañana.

Mejor me guardo la caja de nuevo, no vaya a ser…

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