Hace mucho tiempo que no paso por este mi blog.
Ando esperando una inspiración, una musa o simplemente, algo que decir. Y hay mucho, pero no termino de ordenarlo.
Han pasado tantas cosas en estos meses, tantas intensas emociones , tanto tiempo esperando lo que por fin llegó. He dejado atrás a gente maravillosa, experiencias únicas, que han hecho despertar en mi de nuevo las ganas, la alegría, la ilusión…
He visto cosas increíbles, mágicas, cotidianas para algunos, extraordinarias para mi: en lo maravilloso de la cotidianeidad está lo mágico, sólo hay que descubrirlo.
He llorado en algunos momentos, a veces porque me sentía sola, por la emoción de sentirme querida , por la tristeza de terminar, por la alegría del reencuentro…
He coincidido mi rodar con aves rapaces y lluvia y nieve y niebla y la Guardia Civil…
He pasado momentos de apuros, divertidos, risas, enfados de esos pequeñitos, ternura, cariño, manías, olvidos…
Y he echado de menos; mucho, pero esa sensación me gusta.
Esperé a Godot, mi Godot personal, que llegó para mostrarse puro , limpio, sin tapujos ni vergüenza, para que de una vez por todas le conociera, y sucedió. Y en ese extraño encuentro en que aparece aquello que una desea y espera (sin saber muy bien si lo que quiere es realmente eso y no otra cosa) en ese momento en que una dice “vaya, llegaste, te llevaba esperando tanto tiempo”, en ese momento me di cuenta que había desperdiciado demasiado tiempo simplemente esperando.
Prometo que no lo vuelvo a hacer. Godot volverá, pero esta vez mientras llega, otras cosas seguirán su rumbo y no paralizaré mis otros “mundos” por él, seguirán rodando en este pequeño Universo que soy yo misma.
Decía Roeder: “Hay otros mundos , pero están en este”
Pues eso.