MUDANZA:
Acción y efecto de mudar o mudarse.
traslación que se hace de una casa o de una habitación a otra
Por fin me mudé. Ya acabó la pesadilla.
Se colocaron los libros, la ropa, los enseres de cocina, de escritorio, cuarto de baño, las cortinas, las menudencias , las cosas valiosas, las no tanto, las queridas, los recuerdos, las promesas olvidadas, la vajilla buena, la de diario, ¡¡cuidado con la cristalería !! las cortinas, maletas... ¿tantas maletas? ... uf!! se cerraron todas las cajitas , (gracias familia!!) se desmontaron los muebles, cada cosa se fue para su destino, lloré, grité, me enfadé, rabié, pataleé... pero había que seguir, no quedaba más remedio. Cargamos la furgoneta... ¡¡ 4 días de ir de aquí para allá!! (gracias, mi vida - él sabe quién es- nunca te agradeceré lo bastante). ¿Cuánto cabe en 48 m? Diez años de muchas cosas. Y eso que nunca fue mi casa. Pero era mi espacio, mi refugio, mi guarida, a veces mi pesadilla, mi carga y mi tormento. Pero era mío.
Un cachito de mí se quedó ahí.
Uno va repartiéndose así mismo inevitablemente por la vida; te esparces a cada paso... si quieres claro, si eres capaz de ser tan egoísta como para quedártelo todo... mmm, no sé si alguien pueda. Es el acto más generoso de nosotros mismos y lo hacemos sin querer... ¡¡ qué bonito !! sin darnos cuenta nos desprendemos, de algo , no sé cómo pero la gente que pasa a nuestro lado se queda algo nuestro, y lo mejor... nos regalamos a desconocidos!! una sonrisa, un roce, una mueca de agrado o desagrado, una mirada... ¡¡vaya!! y crucemos los dedos porque sea positivo, que cuando nos quedamos nosotros lo de los otros, no nos gusta lo feo. Porque también nos regalan, vaya que nos regalan...y lo mejor...tampoco se dan cuenta. Y en el fondo es el acto de amor más puro.
Yo regalé a esa casa tantas cosas... y fue mutuo. Porque ella me dio momentos mágicos, no todo el que regala sabe lo que es la magia!! Hay que ser una casa. Una casa pequeñita pero con encanto. Una casa con mucha luz. Una casa llena de mí... ahora sin mí. Para los que vengan sólo he dejado unas bombillas y unos agujeritos en la pered... lo siento, me he resistido a ser tan generosa... no quería irme, pero no había más remedio. Y te echo de menos, ¡¡ vaya si te echo de menos !!
Pero como pasa con los amores, llegará otra casa; no será mejor ni peor, simplemente otra, diferente, no sé si más nueva o más vieja, o más grande o más pequeña, o más lejos o más cerca, o baja o alta.. pero volveré a vivir con ella y en ella y volveremos a querernos, a encontrarnos, a dejar cada una su regalo a la otra. Como con los amores, como con los amigos, como pasa siempre que nos reglamos. Simplemente, como la vida.